viernes, 11 de marzo de 2016

Hyperions, el ecosistema sostenible



Creado por el estudio de arquitectura del belga Vincent Callebaut, Hyperions, nombrado así en homenaje al árbol vivo más alto del mundo, es un proyecto de agroecosistema sostenible capaz de resistir los alteraciones ambientales provocadas por el cambio climático. El formato que presentan es de una ciudad vertical creada por seis torres jardín, cada una con una estructura de madera, la cual se piensa obtener del bosque de Delhi.



Cada torre consta de 36 plantas para una altura de 116 metros, el objetivo del proyecto es crear una ciudad que combine la naturaleza urbana y la agricultura a pequeña escala, esto para la protección del medio ambiente y la diversidad. Además de descentralizar la energía y la desindustrialización de los alimentos.

Cada torre estará conectada por puentes suspendidos, estarán equipadas con gran vegetación, sistemas de recolección de lluvia, zonas de compostaje, áreas para criar peces, balcones individuales para que cada familia mantenga una hortaliza, invernadero especializado, además de pequeñas granjas con ganado en las bases de las torres.






El concepto fue desarrollado por Amlankusam, un agroecólogo 45 años de edad. Él dice  ' durante los últimos cinco años, he vivido con mi familia en el corazón de un  eco-barrio (plus-energy) vertical llamado "Hyperions" que produce más energía de la que consume. Con la  colaboración de arquitectos, ingenieros agrónomos y agricultores, I-Eco, concebí este proyecto de torres jardín arraigado en la ciudad deportiva de Jaypee Greens, buscando  conseguir el doble objetivo de la descentralización de la energía y la desindustrialización de los alimentos. Mi enfoque es holístico, combinando lo mejor de la alta tecnología  y la casi  ausencia de esta, en lugar de oponerse sistemáticamente a ellas. '

 Las seis torres de jardín actúan como un pueblo vertical con una gran diversidad social y cultural. Los espacios flexibles y evolutivos reservados a los viveros de empresas, laboratorios vivientes, espacios de co-working, salas de usos múltiples y servicios de conserjería están situados detrás de las fachadas solares. Todos los apartamentos grandes o pequeños, así como alojamiento para estudiantes, se abren a balcones en cascada hidropónicos. Los muebles de interior están hechos de materiales naturales como el tamarindo y sándalo, elaborados por ebanistas locales, Fab Labs y tiendas de reciclaje.

Como un agroecologista, Amlankusam sugirió que el proyecto se cubre con un ecosistema de alimentación genuino, virtuoso basado en aquaponics orgánicos. Por lo tanto, zanahorias, tomates, espinacas, azafrán y cilantro,  crecen en sustratos de luz hechos de bolas de arcilla en el balcón de cada apartamento y en invernaderos hidropónicos. Esta agricultura vertical da a los residentes una cierta autonomía alimentaria, en poco espacio. La comida  se produce sobre todo en el lugar o en campos agroforestales vecinos. El proyecto podría ahorrar hasta un 90% de las necesidades de agua en los pueblos, ya que circula en un circuito cerrado  donde hay plantas de almacenamiento de   energía hidroeléctrica  (PHE).












 Las torres están unidas entre sí por pasarelas, y convergen bajo un gran techo de la huerta que sirve como lugar de encuentro para la pequeña comunidad granjera o urbana. Tanto en verano como en invierno, las familias pueden reunirse allí, recoger fruta, salir a correr, hacer algo de ejercicio en el pabellón de deportes  de Kabaddi, nadar en la piscina, o vigilar a sus niños jugando al Kho en los campos. Estas pasarelas comunes son regadas por la recogida de aguas pluviales y aguas grises de los residentes, los nutrientes orgánicos del agua filtrada son absorbidos por las  raíces de las plantas. Esta red de pasarelas suspendidas  permite a los residentes moverse de una torre a otra, para tener relaciones sociales y establecer una  interdependencia entre los vecinos.

Fuentes:

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