Ahora
que empieza el año, y con él millones de propósitos, seguro que uno de ellos es
hacer más deporte.Casi
siempre que empezamos a hacer una actividad física, al no estar habituados, una de las cosas que solemos tener
al día siguiente de haber hecho un gran esfuerzo son las temidas agujetas.Pero…¿qué
son y por qué nos salen?Las
agujetas las tenemos todo el mundo, no
depende de si somos o no deportistas,
solo influye que haya pasado un período de inactividad.
Anteriormente se pensaba que eran debidas
al ácido láctico, que surge de
la descomposición de glucosa cuando no hay oxígeno (metabolismo glucolítico),
por ejemplo cuando hacemos un ejercicio anaeróbico (leva ntar pesas o correr a
mucha velocidad), es decir, ejercicios muy
intensos y de poca duración. Ese ácido láctico, lo producen nuestras células y
lo van reutilizando, pero al ser un ejercicio corto no le damos tiempo al
cuerpo para que lo gaste nuevamente, por
lo que se acumula y se cristalizan y de ahí esa sensación de que nos clavan
agujas.
Recientes
investigaciones se ha observado que
aparte del ácido láctico, cuando forzamos mucho nuestro cuerpo con el ejercicio
se producen micorroturas o microdesgarros en las fibras musculares, el esfuerzo
hace que las células más débiles se vean afectadas por el esfuerzo.
Las
agujetas suelen desaparecer a partir de las 48-72 horas, reconstruyendo esas
fibras del músculo haciéndolas mucho más fuertes y más grandes.
Algunos
consejos para evitarlas son:
- Hacer deporte de forma progresiva para que
nuestros músculos se vayan acostumbrando al esfuerzo.
- Calentar antes de los ejercicios y un buen
estiramiento al finalizar para relajar la musculatura.
- Si se nota sobrecargar, aplicar frío.
- Tomar bebidas azucaradas al finalizar no
ayudan a tener luego menos agujetas, pero sí es fundamental la hidratación y
reponernos con una buena alimentación.
¡¡Ya no hay excusa para hacer deporte!!
Autora: Laura LLera
Autora: Laura LLera
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